La canoa a salido a pescar
bajo las brazas de los cielos escarlatas,
mientras brilla la fogata en la arena terrenal.
Es un río fijo y raro,
que ante el ojo relampaguea,
más sabrán sus aguas lo que río lleva.
La corriente va caudalosa, con los vientos gordos de aire,
mientras canta la guitarra entre grillos y el alarde.
Una pluma de amapola con su garfio pesca una estrella,
más no encontró mejor pescado que la luz entre cielos nublados.
Se hace el día más claro, la canoa esta en el puerto,
más lleva el pescador el sol cargado a sus hombros,
aun se divisan las brazas del fuego,
y el instrumento se duerme hasta el sueño.
-------------------------------------------- Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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