Hay un niño desnudo en el cauce del silencio
Tiene la voz callada del hambre entre sus labios secos
y una luna de grises presagios en su corazón deshojado
Un niño de huesos cristalinos y mirada oscura
nos enfrenta
en la tarde que descansa sobre el camino de polvos fúnebres
presagio de las incógnitas y los fatuos augurios
Hay una sombra de niño en la frontera del destierro
huella de marginal ausencia
sobre la piedra de un tiempo de alambradas
y mudas gargantas dónde anidan pájaros feroces
libélulas de hastío
lágrimas insondables.
-------------------------------------------- Este poema participa en el III Concurso de Poesía "Corazones Lateversos"
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